Cuando estuvimos preparados, empezamos a buscar nuestra
forma fiscal, ¡¡¡ que follón !!!, Sociedades limitadas, Sociedades anónimas, Sociedades
unipersonales, Comunidad de bienes. ¡¡Será posible!!, según íbamos mirando en alguna
página de Internet sobre estos temas fuimos conscientes de una verdad absoluta.
Conocer la profesión solo era la mitad del camino.
¡¡La batalla con el señor Estado había empezado y nos pedían
que escogiésemos nuestras armas!!.
Todavía no éramos conscientes de lo acertada de esta
afirmación. Tu forma social determina como vas a dar y recibir tus golpes,
porque cuando te dicen que debes 15.000 sestercios del impuesto de sociedades
cuando no tienes dinero en al cuenta, es una ostia que te sienta de culo.

Elegimos la forma fiscal con mas subvenciones. Una S.L.L.. Todas nos parecían igual, con lo que, qué mas daba.
Según fuimos presentando subvenciones fuimos ignorando sistemáticamente las condiciones y distintas letras pequeñas que conllevaba cada una. Una de ellas nos obligaba a estar 5 años con actividad. Supusimos que si finalmente quebrábamos eso no aplicaba, pero nada mas lejos de la verdad. Si te va muy mal y cierras antes de lo que te exige la subvención.... ¡¡¡tendrás que devolverla!!!. Es decir, cierras porque estás arruinado y viene el estado a ponerte la puntilla pidiendo la pasta mas intereses.
Las subvenciones fueron llegando, excepto una, la mas cuantiosa. Para esa tuvimos que justificar el material que íbamos a comprar para fabricar nuestras cojo-lapidas. Como el dinero no contábamos con él, pues hicimos una autentica carta a los reyes magos. Mientras llegaba o no llegaba fuimos comprando el material necesario para la fabricación. Pasaron los meses, y la subvención no venía. Durante ese periodo según fuimos viendo a nuestros primeros clientes nos dimos cuenta de ..... ..... ...... ...... las lápidas con luz eran una gilipollez.... .... ..... .... Al final tu cerebro se hace oir. Nos dimos cuenta que eramos buenos picapedreros y empezábamos a tener cierto éxito. (Este tema lo volveremos a hablar desde otro punto de vista mas adelante). Un día me dio por preguntar y se me fue la sangre de la cara. ¿Que no se cobra por adelantado? ¡¡Que cuando voy a justificar la compra del material!!. La hemos liado, no solo había sobredimensionado el material por que contaba con el dinero por adelantado de la subvención, si no que casi un año después ya no íbamos a fabricar lápidas.
En este punto podíamos tomar dos decisiones. Perder la subvención o huir hacia adelante. Es decir, perder el dinero de la subvención que ya nos habíamos gastado sin cobrarla o comprar mas material para completar la justificación. ¡Un material que ya no me servía de nada!... Lo veremos mas adelante.
Proximamente.